En el segundo día del viaje nos fuimos a Salinas, donde está la playa, y lo pasamos fenomenal. Estuvimos tomando el solete un ratito hasta que notamos que nos quemaba demasiado y luego nos fuimos a dar un pequeño homenaje de Langosta, cangrejos y camarones (todo por 38 dolares).
Por la tarde visitamos montañita que es un pueblo hippy de surferos que hay en la costa y pudimos disfrutar de su ambiente y de alguna cervecita.
Después cenamos unas pizzas y de vuelta a casa. En fin un día fenomenal. Lucía hoy vuelve a sus quehaceres y nosotros nos vamos a disfrutar de dos días más en la playa con mi jefe y su familia.
Esperamos que Lucía venga pronto a vernos y algunos más os animéis a visitarnos.
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